Alhama al cine: HOMENAJE A PEDRO OLEA, FESTIVAL OPERA PRIMA (TUDELA)

El pasado jueves 29 de Octubre, en el Festival Opera Prima de Tudela, se homenajeó al conocido director de cine Pedro Olea. Acudieron amigos suyos, referencias dentro del panorama cultural actual, como José Sacristán, Ana Belén, Víctor Manuel y Diego Galán.

Pedro Olea estudió ciencias económicas en Bilbao, pero abandonó la carrera para asistir a la Escuela Oficial de Cinematografía. Sus primeros trabajos como aficionado fueron cortometrajes, además de críticas en revistas cinematográficas.

Su primera película, Días de viejo color (1967) pasó desapercibida, y hubo de esperar hasta No es bueno que el hombre esté solo (1972) para encontrar el éxito. Otras películas suyas son El bosque del lobo (1970), Tormento (1974), Un hombre llamado flor de otoño (1977), Bandera negra (1986), El maestro de esgrima (1992), Morirás en Chafarinas (1995) o Tiempo de tormenta (2003).

En la rueda de prensa previa a la proyección de su Opera Prima, Pedro Olea respondió a una serie de preguntas.

¿Qué puede recordar de su Opera Prima?

Recuerdo casi todo. Casi todo fue tremendo. El resultado de la película no fue el que tenía en mi mente desde un principio, fui cambiando mi idea. El mayor problema fue la censura. Fue tal la censura que incluso un censor nos llegó a decir que aprobaría una escena en la que se viera una violación, pero no una escena de sexo en la que la joven tome la iniciativa y no el joven. En general, la película la recuerdo con cariño, llena de anécdotas y situaciones que no podré olvidar. La película es un reflejo de cómo era la España de aquella época, y me enorgullece.

Hablas de la censura pero luego te atreves con Un Hombre Llamado Flor de Otoño. Imagino que sería toda una experiencia.

La obra de teatro estaba prohibida y tenía muchos nombres para llevarla al cine. En esta película aparece “Pepe” Sacristán, haciendo de travesti. Lo pasamos genial. Aparecen en rodaje grandes como Almodóvar (debut en pantalla). El rodaje fue maravilloso.

Tengo entendido que en un principio quería ser actor. ¿Qué tipo de actor hubiera sido?

Horroroso. Yo quería ser actor desde chaval porque no sabía que había directores. Me apuntaba a todo lo que podía. En mis estudios, me tocó actuar en una pequeña obra. Ese día me di cuenta de que quería ser director, porque observé con admiración como un cura me decía cómo tenía que actuar. No sabía hacerlo, pero si sabía decir cómo había que hacerlo.

Hablando de la censura. ¿Qué opina de la censura que sufre el cine actual?

Censura económica. Ahora para hacer una buena película necesitas el apoyo de un canal de televisión, y estos sólo financian las películas que a ellos les interesan. (Antena 3, Telecinco, TVE) Esto pasa con las películas que tratan de temas políticamente complicados.

¿Podríamos decir que es la nueva censura?

Más que censurar, seleccionar.

¿Está preparando alguna otra obra pendiente de estreno?

Sí. Estoy encantado. En Bilbao se van a hacer siete cortos dirigidos por siete bilbaínos y cada uno hacemos lo que nos da la gana. Uno de ellos Imanol Uribe, que llegará mañana aquí a Tudela. Yo he elegido el casco viejo para rodar. Mi corto lo protagonizan zombis, pero no unos cualquiera, representan entre otros a personajes como Miguel de Unamuno, Sabino Arana o "la Pasionaria". Es un "musical gore”. La idea es graciosa.

¿Cuál es el nombre del proyecto?

“Bilbao-Bizcaia. Exterior Día”

Después de toda una vida dedicada al cine rodeado de grandes profesionales del medio, ¿cuál es tu secreto?

Supongo que salud y curiosidad por la vida, junto a proyectos interesantes. Siempre me ha encantado viajar y conocer grandes artistas.

¿Cómo conoció a Pedro Almodóvar?

En el año 1977. Carmen Maura, yo y otros amigos nos reuníamos en casa a hablar de cine. Un día vino Pedro y proyectó en una pared unos cortos que había grabado. Entonces nos dimos cuenta que formaría parte del futuro del cine español.

¿Cómo valoras tu carrera?

He trabajado muy a gusto al vivir haciendo cine. Cuando dejé económicas hubiera pagado por poder rodar, y he rodado siempre lo que he querido y lo que me gustaba. Nunca me he considerado un artista, en mi opinión soy un artesano. Ahora solo voy a hacer cosas que me entretengan y me diviertan. También quiero preparar una obra con Concha Velasco y otra con Ana Belén. Además me gustaría terminar un proyecto que no pude finalizar por falta de dinero.

¿Qué consejos le podrías dar a estos directores de Óperas primas que pasan por Tudela?¿Cómo valoras este festival en una ciudad que quiere tanto al cine español?

Ya había estado en esta ciudad y me encanta. Les aconsejo que sigan rodando como sea, a pesar de la competitividad que hay hoy en día. El corto es el trampolín al cine.

¿Qué le parece el homenaje?

Estoy encantado. Además no me esperaba esta compañía (Ana Belén, Víctor Manuel, Diego Galán y José Sacristán). Me resultan graciosos estos premios de jubilación y los agradezco mucho.

¿Cómo ve el futuro del cine español?

Muy bien en cuanto se arregle la cuestión económica, porque con el 21% de IVA es difícil hacer cine.

¿Qué cree que falta para poder competir con el cine americano?

No es posible hacerlo por el acceso al público, pero ayudaría una ley de cine como la francesa. En Francia ponen impuestos a las películas americanas por ser dobladas, y de esa manera, crean un fondo para el cine francés. Además, en España no funcionan las ayudas desde hace muchísimos años. El cine nunca ha estado peor que con este gobierno.

Al finalizar la rueda de prensa, acudimos al cine Moncayo de Tudela donde se proyectaba su ópera prima "Días de viejo color". Pedro Olea acudió acompañado de sus amigos y compañeros Ana Belén, Víctor Manuel, José Sacristán y Diego Galán, quienes le dedicaron unas palabras de cariño y admiración.