Hoy se inaugura La Berlinale...
En este tiempo
crítico que vivimos -crítico porque es de crisis-, las relaciones entre
Alemania y España se nos presentan siempre atadas al significado económico de
la palabra «déficit». No hay alusión a Alemania sin alusión a Merkel, y no hay
alusión a España sin citar la dichosa disciplina presupuestaria. Por eso la apuesta
radical de la Berlinale
por el cine de España
-financiado por España o hablado en español- se parece mucho a un butrón
cultural, contra las normas y sin remedio, abierto en el muro de esa cárcel
dialéctica. Berlín y muro, era fácil.
Este jueves arranca
su edición número 65 un festival de cine
que no piensa en la jubilación, y que ha elegido como cinta de apertura una película financiada al 70%
por España: «Nadie quiere la noche», de Isabel Coixet.
La directora catalana es ya hija predilecta de la Potsdamer Platz.
Ha pisado varias veces la sección oficial y ha sido parte del jurado
internacional de la muestra.
Hoy retorna con
un reparto internacional
encabezado por Juliette
Binoche y aquel psiquiatra de «In treatment» llamado Gabriel Byrne,
y nos cuenta la historia de una mujer de armas tomar que, en los albores del
siglo XX, viaja de Boston a Groenlandia para reunirse con su marido: es Robert
Peary, el presunto descubridor del Polo Norte. Comparte sección oficial con otra
mujer fuerte, la protagonista de la película «Victoria». La joven actriz Laia Costa se mete
en la piel de una chica española que protagoniza un plano secuencia de dos
horas durante una madrugada en Kreuzberg.
Contra Coixet y
«Victoria» compiten dos largometrajes que nos tocan muy de cerca. Son
«El club», del director de «No» Pablo Larraín,
y una coproducción de Francia, Chile y España llamada «El botón de nácar», en
la que Patricio Guzmán se centra en las desapariciones provocadas por la
dictadura de Augusto Pinochet.
Más presencia hispana
El director de la Berlinale, Dieter Kosslick,
dijo en la presentación del certamen que allí este año «se hablará casi más
en español que en alemán», y los ejemplos anteriores no son los únicos. En
el jurado oficial están la peruana Claudia Llosa
y el hispano-alemán Daniel Brühl;
los hermanos Roca regresan al festival con el documental «Cooking up a tribute»
[Luis González, Andrea Gómez], y entre las estrellas emergentes europeas que se
presentan cada febrero, las llamadas «Shooting Stars», ha sido seleccionada
Natalia de Molina, la ganadora del último Goya a la mejor Actriz revelación.
En Forum compiten
«El complejo de dinero», de Juan Rodrigáñez, y «Sueñan los androides», de Ion
de Sosa, y los amantes de los cortos disfrutarán de «El juego del escondite»,
de David Muñoz, y de «Yúyú», de Marc Johnson. En la sección culinaria,
siempre con presencia de nuestro país, se estrena «Jerez & El misterio del
palo cortado», de José Luis López Linares. Berlín se manchará así de España
durante los próximos diez días, igual que España se está manchando de blanco
por culpa de los fríos que nos llegan desde las tierras germanas. A ver si nos
llega también el cine.
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