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jueves, 23 de marzo de 2017

LA RECONQUISTA



Título original: La reconquista
Año: 2016
Duración: 108 min.

País: España

Director: Jonás Trueba

Guion: Jonás Trueba
Fotografía: Santiago Racaj
Reparto: Itsaso Arana, Francesco Carril, Aura Garrido, Candela Recio, Pablo Hoyos
Productora: Los Ilusos Films
Género: Drama
Sinopsis: Adolescentes y enamorados, Manuela (Itsaso Arana) y Olmo (Francesco Carril) prometieron volver a encontrarse en el futuro quince años después. Se trata de una película sobre el tiempo; o sobre la conciencia del tiempo: del tiempo perdido y del recuperado; sobre lo que recordamos de nosotros mismos y lo que no; sobre las palabras, los gestos y los sentimientos a los que seguimos guardando fidelidad, porque nos definen y nos interpelan en el presente, el pasado y el futuro. (FILMAFFINITY)
Premios: 2016: Festival de San Sebastián: Sección oficial a competición
2016: Festival de Mar del Plata: Selección oficial largometrajes a concurso


Trailer:



Entrevista a Jonás Trueba y a Itsaso Arana en la 23 Muestra de cine español en Tudela:








La peli trata el amor, el paso del tiempo, las relaciones personales, de una pareja que se vuelve a reencontrar a los 15 después de su noviazgo... pero creo haber leído que decías que sobre todo era la dificultad de estar a la altura de lo que se había escrito con anterioridad...


Jonás: Sí, me parecía que era bonito hacer una película que en realidad se podía contar no de manera simple, que es como el shock que recibe el protagonista cuando la chica, la que interpreta Itsaso, le pone delante una carta que él mismo le escribió cuando tenía 15 años. La película gira en torno a ese instante en el que ves unas palabras, unas letras que has escrito tú y es como el vértigo que te da el tiempo cuando lo reconoces, y la película de casi dos horas es para reconocerse a sí mismo, reconocer su propia letra, su propio discurso.

¿La peli tenía tres actos desde el principio o pensaste que podía quedarse con el acto de ellos dos en el reencuentro y hacer un principio y un final solo con eso?

Jonás: No, yo desde el principio entendí que la película que quería hacer, lo que me parecía mas emocionante, un reto como cineasta era la brecha entre el paso a ese tercer tiempo, como el corte que iba a haber, esa idea de traer el pasado al presente. Entonces la verdad es que nació a partir de la idea de ese corte y eso es a lo que me mantuve más fiel.
Digamos que es una película en la que en el proceso no tuvimos un guion muy claro, pero sí que teníamos muy clara la estructura, y creo que es una película muy determinada por la decisión de estructura básica, y quizá es porque es una película que de alguna manera reflexiona sobre el paso del tiempo de maneras distintas.

¿Y por qué has elegido la ciudad de Madrid como referente de donde se desarrolla la historia?

Jonás: Realmente, Madrid es la ciudad en la que he nacido, es mi ciudad, y pienso que es bonito en el cine hablar de las cosas cercanas, las que conoces, y pienso que sería raro para mí filmar en una cuidad, un lugar que no conociese, no se si por pereza o porque también siempre ha habido en mí las ganas de reivindicar Madrid, que es una ciudad que los madrileños estamos criticando todo el rato y me apetecía un poco recuperar esa esencia que a veces en los años 50-60 Madrid se retrataba con mucha fuerza y yo he querido recuperar eso.

¿Por qué decidiste hacer un final tan abierto?

Jonás: Bueno yo creo que en realidad lo raro es hacer un final cerrado si lo piensas, porque las películas, quizá de una manera demasiado obvia y abusiva tienden a querer atar el lazo al final, cuando para mí el cine es algo como la propia vida, y en la vida no encuentras nunca ese cierre, casi siempre da la sensación de que se queda todo abierto, y más una película como esta que está dedicada a leer el futuro, pues no la puedes cerrar. En realidad es una película que se abre a las expectativas, y sí me parece que es un final abierto, extraño, y todo el mundo me pregunta por su sentido pero yo creo que cuando vemos películas no es necesario saberlo todo, para eso la haces, hay algo ahí que no acabas de entender y tienes que dejarlo abierto porque no te queda otra opción.

Otra cosa que nos ha llamado la atención sobre la película han sido las canciones, ¿las habéis escrito para la película específicamente?

Jonás: No, las canciones son todas de un súper cantante que se llama Rafael Berrio, que es un grandísimo escritor de canciones de San Sebastián, y nosotros lo habíamos conocido hace unos años y yo me convertí en un fan absoluto de sus canciones, y de una manera intuitiva pensé que tenía que estar en él en la película. Es un cantante que canta desde un personaje que ya ha pasado por todas en la vida y me parecía interesante que estuviera en una película que habla de la inocencia y crea un contraste con su voz, y le propuse aparecer en la película y él aceptó, y sus canciones fueron apoderándose de la película. Hay canciones que él mismo llevaba mucho tiempo sin cantar ya que las había escrito pues a los 30 años o así y luego hay canciones más recientes e incluso hay una canción que escribe originalmente para la película, entonces es muy bonito que puedes ver como su voz rejuvenece a lo largo de la película.

A mí me gustaría que comentaras cómo ha sido la experiencia de rodar con Jonás y cómo llegas al proyecto.

Itsaso: Bueno yo conocía la filmografía de Jonás y había visto desde la primera película suya y me alegró mucho porque vi que entre mi generación se estaban contando cosas que a mi me gustaban mucho y tuve como mucha curiosidad de conocerlo. Tardamos mucho tiempo en conocernos, pero había amigos en común y nos invitó al estreno de Los intrusos y pude afirmar que me gustaba de lo que hablaba y también lo que escribía en un blog de cine, hablábamos de libros, de cine, además de mucha música en común, y bueno, originalmente yo no iba a estar dentro de la película, era otro proyecto y se iba a rodar en Buenos Aires, pero ese especie de apunte de película se quedó debajo de esta que hemos hecho, de ahí también que Manuela venga de Buenos Aires, que cante esa canción... pero bueno, tuvimos una conversación en la que me dijo que me estaba empezando a imaginar en La reconquista y yo me puse muy feliz.

¿Te costó mucho meterte en el papel del personaje al que representabas?

Itsaso: Pues es que no se, ya la expresión meterte en el papel yo tampoco me meto en el papel, es como si el papel en el fondo viniera a uno, tú vas como sintiéndote cerca de ese personaje y también lo que te digo, cuando Jonás dijo que se iba fijando en mi persona para el papel, él también escribe pensando en mí, en mi propia expresividad y mi propia historia, no es que sea autobiográfico pero es verdad que hace que todo sea un tránsito muy sencillo.

¿Y el protagonista también tenías muy claro que tenía que ser él?

Jonás: Sí, yo creo que como ha dicho Itsaso es que para mí siempre ha sido así, o sea que con los que trabajas son prácticamente personas que te gustan, con los que quieres estar cerca, con los que quieres compartir cosas. Yo creo mucho en esa teoría de que es más importante la persona que interpreta el personaje que el personaje, y es un poco lo que dice Itsaso, que tengo la sensación de que lo que yo lo hago a partir de ellos, o sea que yo no les impongo un personaje, sino que más bien les invito a la película y a partir de ahí confío mucho en ellos, les doy mucha libertad, de alguna manera coescriben mucho la película a base de intuición, de poner ahí su cuerpo y sus cosas, y además cada vez creo más en que tiene que ser así, que en realidad no hay que decirles nada. No hay que dejarles perdidos, les acompaño pero tienen su responsabilidad.
Ah y perdón, y Francesco fue lo mismo que con Itsaso, había trabajado con él y el proceso con él es igual, o sea que tengo confianza y los dos son muy únicos, muy genuinos, que no se parecen al resto de los actores, y además que ahora está de moda un tipo de actor que es justo lo que no son ellos, como más bien esforzado que son los que luego ganan premios, que les ves preparándose su personaje, y eso no me interesa nada, me gustan esos actores que se ponen ahí, que no tienen esa voluntad medio absurda de transformarse en un personaje.

Itsaso: Y yo de todas formas como espectadora siempre que he visto las películas de Jonás, al acabarla siempre tengo la sensación de que conozco a las personas que la han hecho, y creo que eso dice mucho de su forma de trabajar con los actores y tiene que ver más con una especie de poder demostrarse, más que fabricar un personaje que a lo mejor te oculta.

Jonás: Yo creo que sentimos eso, que a veces las películas están demasiado construidas, demasiado, pues que tienen ese armazón para parecer películas bien hechas, y nosotros hacemos otra cosa, lo digo con humildad, pero creo está bien reivindicar esta manera que tienen también muchos cineastas, que hay que defender que el cine no tiene por qué ser perfecto.

Itsaso: Y bueno que parece que es una manera despreocupada de Jonás cuando explica sus películas, pero que en realidad no lo es, es bien difícil confiar en las personas que tienes ahí, que has elegido, y dejar que ellas se muestren, tiene que ver mucho con la confianza, y con como controlar y dirigir cómo va a ser tu película.

Jonás: Sí, y a la vez creo que luego hay una cosa fundamental que llevan todos los que se involucran en la película, incluido yo, que no sabíamos lo que habíamos hecho hasta que no se acabó de montar la película, o sea que no era una película que la podíamos más o menos intuir, y para mí también es importante no saber todo de la película, sino ir descubriéndola, o como dice Itsaso, ir conquistándola. 


AMAYA ARELLANO



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